cArTa a lOs eNaNos qUe cRuzAn eL mAr

marzo 18, 2008 · Archivado en Recorridos

Querido enano:
                       En realidad, en esta oportunidad más que a los enanos en general aprovecharé para escribirte a vos en particular. A vos en nombre de todos los tuyos, a vos como representante de esos enanos que siempre gustan de los yuyos.

Estas líneas que hoy te escribo serán, o deben ser, el resumen de una partida para la que los adioses ya han tenido despedida. Por ello el desembarco tiene sabor a fotografía, a imagen cargada de recuerdos y melancolía, a deberes para los que hoy quedan solo herejías.
Vos como enano sabrás que poco le afecta a los de tu clase el principio de la gravedad. La magia de lo minúsculo es para ustedes la esencia de la verdad. El escaso medio metro de porte que llevás te permite deslumbrarte con pequeñeces que desde adentro amás.
Viajar y naufragar es algo con lo que siempre quisiste soñar. Si por hedonismo entendemos la búsqueda permanente de placer, sabremos entonces que el goce constituye tu entero ser. La supresión del dolor trae en sus entrañas un exquisito olor, y a eso nadie lo sabe tanto como tu sudor. Por ello, si en el camino conoces mujeres hermosas no te pierdas de volar en avión y regalarle coloridas mariposas. Si de nacionalidad es italiana sabrás que su vida es digna y simple como la de algunas Anas. Entonces enano, no habrá ya comidas vegetarianas. En su lugar tendrás atardeceres al lado de la tana. Se acabó el pastito de la plaza de tu almuerzo y eso está muy lejos de significarte un esfuerzo. Enamorarte te ha tocado aunque a veces te hagas el malo y te pongas al costado. Se te nota en los ojos que a esta mujer te has pegado como un abrojo, pero no en el sentido posesivo, es muy lindo verte así de inofensivo.
Ahora parte con tu flor al cuello a disfrutar de todo ello y deja en mis cajones el recuerdo de tus cojones! Claro que voy a extrañarte pero siempre con mucho arte. Acá voy a esperarlos y sino pues iré a visitarlos. Nunca pienses en lo que aquí queda, eso sería tan erróneo como comer empanadas en la alameda. La telepatía usaremos y en eso nos basaremos: cuando algo lindo pase en aquel rincón de España teje una red cual si fueras araña. Desde este lado me trepo y donde sea que estés yo quepo.
Ahora tienes que irte y a mi me toca despedirte. Pero no estoy triste, me siento feliz y risueña de saber que mi amigo sueña. Que las rodillas que por tu estatura contemplas, no dejen de recordarte el aire que templas. Sabrás que es hermoso poder jugar con lo azaroso, pues entonces hasta prontito enano, que el viento sople y te lleve de la mano.